Capítulo 1

 
I. Jesús y su doctrina en la revelación de Isaías 53.

Es de gran valor, conocer a las personas. Y si esta persona es reconocida mundialmente. Como un personaje único y de gran trayectoria. Conocer a esos personajes, hace sentir una gran satisfacción. Por esto entre estos, uno de los personajes más famoso en la tierra. Se llama Jesús.

 

Entre tanto, Jesús estuvo en esta tierra presente. Unos 33 años aproximadamente. Y solo tres años en su ministerio. Y su ministerio transformó la Historia, en un antes y después. Jesús es el Ungido, que significa Mesías. El Mesías prometido a Israel.

 

Pero, ante todo, ¿cuál es su ideología, su legado, su mensaje? ¿Cuál es su doctrina a seguir?

 

En esta razón, cobra importancia en el Mundo, en el Universo y en la Historia. Conocer fundamentalmente a este personaje y su doctrina. A Jesús y su doctrina. Hechos que están contenidos en la Historia Universal. Y en las Escrituras.

 

De igual forma, la Historia y la Arqueología, han investigado la veracidad de las Escrituras. Los hechos históricos de las Escrituras son detallados con la Arqueología. A través de la Arqueología los registros de los hechos narrados en las Escrituras. Ha sido comprobado. Tales como: personajes, nombres, objetos, lugares y reinados. Confirmando así que las Escrituras son veraces.

 

Entre los escritos importantes de las Escrituras sobre el Mesías, se encuentra el libro de Isaías. Y entre otros profetas, que hablaron de los hechos. Que acontecieron hace unos dos milenios. Cobra importancia la profecía de Isaías capítulo 53.

 

Fundamentalmente, para poder conocer cuál es la doctrina de Jesús. Es necesario saber el contenido de la profecía de Isaías 53. Es importante conocer ¿Porque fue escrita? ¿Para quién fue escrita y por quién? ¿Cuál es su mensaje y su significado en la doctrina de Jesús?

 

En todo caso, a medida que aprendamos la parte profética del libro de Isaías. Las contenidas en los 12 versos de la profecía del capítulo 53 de Isaías. Podemos comprender de igual forma todas las Escrituras. Y su anuncio del Mesías Prometido. Y las palabras de Jesús. Con respecto a su doctrina. Relatadas en el ministerio profético de Jesús. Escritas en el evangelio. Y que describen a Jesús y su doctrina.

 

Por tanto, las Escrituras son la principal fuente para conocer a Jesús. Ya que su tema principal es el Mesías. Jesús el Mesías. Las Escrituras fueron escritas, antes y después de venir Jesús. Las Escrituras antes de venir Jesús, se llaman Antiguo Testamento. Donde entre otros escritos, se encuentran los profetas. Y las Escrituras después de venir Jesús, se llaman Nuevo Testamento. Y comienza con los 4 escritos del evangelio. Las escrituras en el evangelio, obedecen al cumplimiento de la profecía de Isaías 53. Estas representan a Jesús y su doctrina. La profecía de Isaías 53, es el fundamento de la doctrina de Jesús. Dada a continuación.

 

A. Explicación de la profecía de Isaías 53.

La profecía de Isaías capítulo 53, contiene 12 versos. Su contenido contextual es el capítulo 52 de Isaías. Fue escrita en primera persona. Su mensaje: El sufrimiento del Mesías y su Gloria. Dirigida al pueblo de Israel. Su contenido abarca las doctrinas fundamentales del Mesías. Cumplidas y escritas, en su contenido profético en el evangelio. Escrito por cuatro escritores.

 

Estos escritores son testigos de los hechos sucedidos. El evangelista Lucas, investigó a profundidad las fuentes principales. Y de los testigos presenciales de los hechos sucedidos del Mesías. El evangelista Juan escribe, que lo vieron sus ojos, sus oídos escucharon, lo palparon sus manos, todo lo que él escribió del Mesías, para que crean. El evangelista Marco, comienza el evangelio diciendo: que es el evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios. El evangelista Mateo comienza con la genealogía de Jesús, hijo de David, hijo de Abraham.

 

En resumen, la doctrina de Jesús, en las escrituras, en el evangelio y en la profecía de Isaías. Esta detallada de la siguiente forma:

1. El anuncio de su venida.

    El profeta le hace una pregunta al pueblo de Israel en la profecía. Les habla de un anuncio. El profeta escribe en primera persona, de parte de Dios, y les dice así:

    Isa 53:1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?

 

    Por su parte el pueblo de Israel se atribuye esta profecía. Pero Dios Eterno les pregunta también. ¿Si ellos hicieron algún anuncio de su Mesías prometido? Porque él. Fue el que les anunció desde un principio. Su redención a través de la promesa del Mesías. Desde Abraham al rey David. Y les hace esta pregunta a Israel, quien creyó en el anuncio que él había hecho del Mesías. Porque Dios hizo pacto con Israel. No Israel con Dios. Pero ellos no habían creído. A pesar de que Dios se lo manifestó de muchas maneras y de muchas formas. A través de sus siervos los profetas, y a través de su brazo eterno en la tierra.

 

2. El Eterno vino a Jerusalén.

    El profeta les sigue anunciando y les hace mención del pacto eterno de Dios con su pueblo Israel, que ellos habían roto. Y les habla en la profecía lo siguiente:

    Isa 53:2 Subirá cual renuevo delante de él. Y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él. Ni hermosura; le veremos. Mas sin atractivo; para que le deseemos.

 

    El profeta Isaías escribe antes que la profecía de Jeremías, Daniel y Zacarías. Que también hablaron del Renuevo. Y Jeremías les profetiza sobre el Renuevo Justo. El Renuevo de David. Porque el pueblo de Israel y Judá. Fue al exilio. Por haber incumplido el pacto eterno, que Dios había hecho con Israel. Y sus príncipes fueron eunucos del rey de Babilonia. Fueron encarcelados, muertos y quemados. Y en el exilio se mezclaron con otros pueblos. Y habían perdido sus rasgos característicos. Su hermosura y atractivo. Y prácticamente se quedaron sin descendencia. Por sus muertos, y sus viudas.

 

    En esta razón, a través del profeta Jeremías, Dios le da la promesa del Renuevo o Nazareno. Porque Renuevo significa Nazareno. Para traer de su descendencia al Mesías prometido. Porque ellos no habían mantenido su linaje puro. Porque se mezclaron con otros pueblos. Si Dios les había anunciado que de su descendencia la de Judá. Dios les enviaría al Mesías prometido.

 

    Por su parte el Eterno Dios, quien vendría a redimirlos, como también le indica Isaías en la profecía. Les traería un Renuevo en su descendencia, para traer al Mesías, en su linaje. A pesar de que ellos no cumplieron su pacto. El Eterno Dios si cumplió con su pacto, trayendo de su descendencia un renuevo. El Renuevo de la raíz de Isaí. Del rey David.

 

3. El Nombre de Jesús.

        La profecía les sigue hablando y mencionando su nombre admirable, que ya les había anunciado el profeta Isaías, diciendo:

    Isa 53:3 Despreciado y desechado entre los hombres. Varón de dolores, experimentado en quebranto. Y como que escondimos de él, el rostro. Fue menospreciado. Y no lo estimamos.


    Por supuesto que el pueblo de Israel también pasó penalidades, dolor y quebranto. Por esto se atribuyen esta profecía. Pero fue por su pecado. Por dejar a su Dios. Por quebrantar su pacto. Pero dejaron al Eterno Dios, que le dio toda gloria y poder. En el reino de David y Salomón. Para ir detrás de los ídolos, adorándolos y entregando los bienes que Dios les había dado. Despreciando el pacto que Dios hizo con ellos, en su descendencia y linaje. Y el Nombre de Dios fue profanado, entre los pueblos donde iban. Pero el sufrimiento y padecimiento del Mesías. Fue lo que eligió Israel y Judá. Porque ellos rompieron su pacto.

 

    Por su parte Dios les indica, fue su voluntad que el Mesías padeciera, o fue lo que eligió Israel. Por romper el pacto eterno que Dios hizo con ellos. Porque como hubiese sido todo, si ellos hubiesen obedecido su pacto.

 

    Por esta misma razón, el Mesías sufrió y padeció igual que ellos. Comparándose a todo el padecimiento de un Dios por su pueblo. Porque ellos no le obedecieron. Por eso el Hijo de Dios, encontró a un pueblo desprovisto de alimento, enfermo, con la peor degeneración de los pueblos. Ellos desecharon los planes de Dios, rompieron su pacto. Pero después que el Mesías cumplió con la voluntad de su Padre. El Nombre de Dios fue santificado. Y se le dio un Nombre que tiene todo Poder, Carácter y Autoridad.

 

4. Jesús vino como hombre.

  La profecía les sigue indicando y mencionando. Todo lo que Dios les había anunciado sobre el Mesías. Sería hombre. Porque descendería de su linaje. El del rey David. De la descendencia de Judá.

    Isa 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores. Y nosotros le tuvimos por azotado. Por herido de Dios y abatido.

 

  En este aspecto. El pueblo de Israel, estaba enfermo, producto de todo el estrago de los pueblos quienes lo subyugaron. Por la misma razón de haber roto con su pacto. Y el Mesías lleva sus enfermedades, sufre sus mismos dolores. Pero ellos lo menosprecian como Mesías. Y creen que es Dios quien lo hace. Y lo abaten. Israel no comprende. Porque el Mesías, tiene que padecer y sufrir como hombre. Ellos esperaban era un rey que los libertara. Que peleara por ellos, y los libertara del imperio. Esperaban que les devolviera el poder económico del rey David.


    Por esta razón, Dios les aclara, que poderío económico podría haber traído el Mesías. Porque ellos habían destruido a Israel, con su gloria y su poderío económico. Era un despojo de los pueblos. Su pecado peor, que el de Sodoma y Gomorra. Estaban pobres, endemoniados y enfermos. En estas condiciones vino el Mesías.

 

5. El Juicio hecho de Jesús.

      El profeta les profetiza un juicio, después de todo lo que se le ha mencionado, en lo siguiente:

   Isa 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones. Molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él. Y por su llaga fuimos nosotros curados.

 

      De la misma forma que padecieron ellos en juicio, unos siendo culpables otros inocentes. Así tuvo que padecer el Mesías, en el juicio que le hicieron en el sanedrín. Llevar sus heridas, por sus rebeliones. En su cuerpo. Destruido con azotes. Por sus pecados. Por el castigo de la paz de Israel con Dios eterno, que estaba airado con ellos. Por ellos romper su pacto eterno. Y todo este sufrimiento. Y padecimiento del Mesías en su cuerpo. Los justificaría delante de Dios Justo, y sanaría todas sus enfermedades.

 

6. La gracia de Dios a través de Jesús.

    Su gracia se refiere. A que ellos no obtuvieron la redención por obedecer y guardar su pacto. Ni por cumplir sus leyes y mandamientos. La profecía les habla de su don de la gracia, de esta forma:

    Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino. Pero Jehová cargó en él. El pecado de todos nosotros.

 

    A pesar del pueblo de Israel abandonar a Dios y romper su pacto. Dios cargó en Jesús el Mesías el pecado de todos ellos. Por su gracia. Ellos terminaron siendo salvos por la gracia de Dios Eterno. Y no por cumplir con el pacto. Porque lo rompieron.

 

7. La justicia de Dios en Jesús.

    La profecía también les habla de la justicia de Dios Eterno, diciéndoles:

    Isa 53:7 Angustiado él, y afligido. No abrió su boca. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja delante de sus trasquiladores; enmudeció y no abrió su boca.

    Isa 53:8 Por cárcel y por juicio fue quitado. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes. Y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

 

   Por todo lo antes mencionado, Jesús el Mesías, tuvo que ir a cumplir la voluntad de Dios. Después de su pueblo de Israel romper su pacto. Dios hace un nuevo pacto con su Hijo. Para Dios hacer justicia con él, a su pueblo que había escogido y hecho con ellos pacto. Con angustia, se sometió a la voluntad de Dios. Porque vería a su pueblo blasfemarle y despreciarle. Haciéndolo pasar por el sufrimiento y padecimiento. El sería llevado como se llevaba al cordero para trasquilar y sacrificar por el pecado. Pero fue igual que el corderito era llevado al sacrificio, enmudeció y no abrió su boca. ¿Pero porque no hablo nada? Porque estaba delante de un pueblo ciego, y guías de ciegos. Y este pueblo le hizo juicio, y lo condenó a muerte. Y por la rebelión de su pueblo, antes de morir lo azotan.

 

8. La santidad de Jesús.

    La profecía nos habla de la santidad del Mesías. Y nos dice:

  Isa 53:9 Y junto con los impíos lo sepultaron. Pero con los ricos fue en su muerte. Aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.


    El profeta habla de su Santidad. Porque, aunque fue sacrificado delante de impíos. Y muere al lado de impíos. Pero lo llevan a sepultar como rico. Nunca hizo mal a nadie. Ni hubo engaño en su boca. El Mesías va al sacrificio y muerte con los delincuentes. Pero el Mesías era inocente de todo lo que lo acusaban. No encontraron delitos para sentenciar a muerte. Pero el pueblo decide soltar a un malhechor.  Y entregar a muerte de crucifixión o madero a Jesús. Y un rico pide su cuerpo para sepultarlo. 

 

9. La Expiación de Jesús.

    La profecía también indica que su vida sería entregada para expiación, de la siguiente forma:

    Isa 53:10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo; sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado. Verá su linaje. Vivirá por largos días. Y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

 

   Por todo lo expuesto de su santidad. La voluntad de Dios lo sujetó a un padecimiento. Porque así lo eligió Israel. Que el Mesías padeciera por los pecados de su pueblo. Tuvo que padecer y sufrir por causa de su pueblo. Y fue entregado a Expiación. Puso su vida para ir a Expiación por los pecados de su pueblo. Así como establecía la ley del Sacrificio Expiatorio. Él fue el cordero en expiación por los pecados de su pueblo y de muchos. Después que muere, resucita. Y vería su obra por el mundo. Y su linaje. Y su obra crecería en el mundo. Y un pueblo para su Hijo será grande en el mundo. 

 

10. La sabiduría de Jesús.

    Dios hizo un plan de redención para su pueblo. Y su Hijo lo conocía. Por eso el profeta describe lo siguiente en la profecía:

    Isa 53:11 Verá el fruto de la aflicción de su alma. Y quedará satisfecho. Por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos. Y llevará las iniquidades de ellos.

 

    Ese conocimiento que tenía su Hijo, justificó a muchos. Porque muchos han creído en él. Sin haber visto nada. Sin saber en muchas ocasiones nada. Sin saber de ley, sin saber de Dios. Creen en esta obra de Dios. En su sabiduría con su Hijo. Para redimir al ser humano. A un pueblo que escogió. Y a un mundo que creó. Y con este conocimiento justificará a muchos. Y llevar todas las iniquidades de ellos. En su justicia, santidad y sabiduría.

 

11. La resurrección de Jesús.

    Toda la profecía se dio a conocer a su pueblo, también les hizo saber la resurrección de los muertos. Y su Mesías resucitó después de padecer y ser muerto. Según nos dice la profecía:

    Isa 53:10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo; sujetándolo a padecimiento. Cuando ha puesto su vida en expiación por el pecado. Verá linaje. Vivirá por largos días. Y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

 

    Porque después de haberlo sujetado a padecimiento. Cuando puso su vida en expiación por el pecado. Vivirá por largos días. Y solo hay días largos. En la eternidad con Dios. Donde no hay tiempo. Como el de los hombres. Y luego de esta resurrección. El Mesías vio prosperar todo lo que hizo. Porque sus discípulos lo dieron a conocer en Jerusalén y en el mundo. Y su fama se extendió por toda la tierra.

 

12. La glorificación de Jesús.

    La profecía indica también su grandeza, poder y gloria, diciendo:

    Isa 53:12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes. Y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte. Y fue contado con los pecadores. Habiendo él llevado, el pecado de muchos. Y orando por los transgresores.


    Por toda la obra admirable hecha por el Mesías. De dar su vida en sufrimiento, padecimiento y en expiación. Dar su vida para perdonar sus pecados, y haber orado por los transgresores de la ley. Pidiendo a Dios no tome en cuenta su pecado. Y cumplir la voluntad del Padre Eterno. Y resucitar como él mismo profetizó, al tercer día. Dios le dio parte con los grandes. Le dio su gloria como al principio, al lado de su Padre. Ahora con cuerpo de hombre, sentado a la diestra de la gloria de Dios.


    En este mismo orden, cuando se hizo la obra de erigir el tabernáculo. Ordenado por Dios a Moisés.  Y de haber realizado el sacrificio expiatorio. A través de un corderito, como ordenaba la ley de Sacrificio Expiatorio. Y de ser rociada la sangre del cordero en el propiciatorio. Por los pecados del pueblo y los sacerdotes. La gloria de Dios llenó el tabernáculo de reunión, en el 

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