Capítulo 5


I. Jesús y la doctrina en las Escrituras.

A. La revelación especial en las Escrituras.

1. En la escritura se anunció su doctrina.

Dios había anunciado su venida. Y se había revelado a los hombres. A su pueblo Israel. Y a través del profeta Isaías le hace esta pregunta: ¿Quién ha creído en nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Dios? Isa 53:1.

 

En este sentido Dios anunció. En las escrituras. Desde el principio de la creación. Todo lo relacionado a su propósito con la creación del hombre y su redención. La redención que haría al hombre, su Hijo, en condición de hombre. Ya que es Dios. Anunciado a sus patriarcas, jueces, reyes, gobernadores, profetas y a su pueblo.

 

En este orden, la redención, desde un principio fue anunciada. Dios enviaría al redentor. Siendo la redención, volver al estado eterno, como Dios había creado al hombre. A su imagen y semejanza.

 

En todo caso, muchos murieron, esperándola sin verla. Pero muchos la esperaban y la vieron. Tal es el caso de Simeón, que cuando la vio pudo decir: despide a tu siervo en paz. Porque mis ojos han visto tu salvación. Luc 2:29-32.

 

En este sentido, desde el principio Dios escoge a una familia. Y esta familia formó un pueblo. Y este pueblo se hizo una nación. De la descendencia de Adán. Siendo Adán, el primer hombre creado por Dios. Y en desobedecer la palabra de Dios.

 

En este mismo orden, en la descendencia de Adán, la de su hijo Set, escoge a Abraham, de la descendencia de Sem hijo de Noé, descendiente de Set. Y en su simiente, trajo Dios la redención en su descendencia.

 

A dichos descendientes se le fue transmitiendo, los propósitos que Dios tenía con ellos, de generación en generación. Y se les anunció que, de su descendencia en el cuerpo físico, vendría el que los redimirá de sus pecados o desobediencias, a su pueblo escogido.

 

Pero este pueblo, que se hizo una Nación llamado Israel. No cumplió con lo que Dios le estableció. Con los propósitos que Dios tenía con ellos. De redimirlos, siendo fiel a Dios y a su palabra. Cumpliendo el pacto que Dios hizo con Moisés e Israel. Ex 34:27.

 

Por esta razón le da al profeta Isaías. Una profecía. Y se escribe la profecía en Isaías 52 y 53. Diciéndoles que el mismo que hablaba vendría. Isa 52:6.

 

Fundamentalmente, en esta profecía en Isaías 53. Dios a su pueblo, a quien escogió. Para anunciar sus propósitos con la humanidad. A ellos después de haber sido una Nación. Después de haber pasado unos 3300 años. Le pregunta: ¿Quién creyó en este anuncio? Que Él ya había hecho. Y les hace esta pregunta, en esta profecía de Isaías 53.

 

En tal sentido, en resumidas cuentas, se había anunciado oralmente y se había escrito este mensaje. En las Sagradas Escrituras. Por sus siervos los profetas. Repitiéndose muchas y reiteradas veces, de diversas formas. Anunciada por el Creador en las Sagradas Escrituras.

 

1.1. Jesús como creador.

El evangelista Juan explica: todas las cosas por él fueron hechas. Y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Juan 1:3-4. Refiriéndose al Hijo de Dios. El Mesías prometido.

 

En este aspecto corrobora esta palabra, la dicha por los profetas y los salmos. En el principio creaba a través de la palabra. Él sustenta todas las cosas con su palabra de su poder. Esta palabra está confirmada en la carta que escribió el Apóstol Pablo a los hebreos. Heb 1:3.

 

1.2. Jesús el redentor anunciado.

La redención fue anunciada. Y el redentor vino. Mat 1:23. Emanuel Dios con nosotros. Como fue profetizado por Isaías. Isa 7:14. Dios estuvo con su pueblo. Hay muchos ejemplos, del mensaje dado por Dios a su pueblo, de su anuncio de redención.  En su anuncio como creador.

 

En los siguientes libros de las escrituras, es anunciado como creador:

a. En el libro de Génesis escribe Moisés, Dios nos creó. El nombre de Dios en Génesis es Elohim. Dios se describe en plural. Ya que dice: Hagamos, descendamos, confundamos. Gen 1:26; 11:7.

 

Este hecho antes mencionado, habla de la pluralidad de Dios. Describe tanto a Dios Omnipotente. Como su diestra, el Todopoderoso. También Abraham le dice Señor. Cuando apareció con dos ángeles a Abraham. Hablándole como creador, capaz de anunciar la destrucción sobre Sodoma y Gomorra. Gen 18:1-33.

 

También en el libro de Génesis, se anunció su redención. Gen 3:15; 22:18. En el libro de la Ley les anunció igual su redención. Ex 6:6. De la misma forma anunció en el libro de los Salmos su redención como creador. Sal 80:17. En los libros de los profetas anuncia todos los pormenores de su redención. Isa 52-53; 2 Sam 7:16; Dan 7-9-10.

 

b. En el Antiguo Testamento. Fue anunciado el Hijo de Dios, el redentor, como la diestra de Dios. Ex 15:6; Isa 41:10; 63:12. Igual anuncian los Salmos. Él, es su diestra, antes de venir, como Hijo de Dios y redentor. Sal 16:8; 20:6; 89:13; 98:1; 110:1.

 

c. A través de sus siervos: Los patriarcas. En las escrituras se anuncia su redención. Gen 49:10. También en el tiempo de los jueces es anunciada. Rut 4:7. Es igual revelada en la bendición dada por Moisés a Israel. Deu 33:7.

 

Después, en la época de los Reyes, se le revela a David, por el profeta Samuel. 2 Sam 7:13-16. Y David lo escribe en los Salmos. Sal 49:8; 111:9. Revelado a sus profetas, tal es el caso de Isaías. Isa 52:6,10; 53.

 

Por supuesto este anuncio llegó a la profetisa Ana, quien como Simeón daba gracias a Dios. Y anunciaba a todos la llegada del Hijo de Dios. A los que esperaban la redención en Jerusalén. Luc 2:38.

 

De igual forma Natanael, cuando vio a Jesús, le dijo: Maestro tú eres el Hijo de Dios. Tú eres el rey de Israel. Juan 1:49. Las tinieblas al ver a Jesús, se postraban delante de él. Diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.  Marc 3:11; Luc 4:41. Las tinieblas representan a los hombres dominados por el diablo, el enemigo. Sal 143:3.  

 

2. La Eternidad de Jesús.

El Eterno Dios vendría. Isa 52:6. Sería en su venida el Nazareno o un Renuevo. Es un renuevo, como raíz en tierra seca. Sin apariencia. Ni hermosura. Sin atractivo para desear. Isa 53:2.

 

Según las escrituras. Es la diestra de Dios. Los brazos eternos de Dios. Luego es el Hijo de Dios, cuando fue revelado o manifestado a Israel. Cuando vino a este mundo como hombre y caminó por las calles de Jerusalén entre ellos. Isa 52:7, 10; Juan el evangelista escribe y dice: Yo le vi, y he dado testimonio de que es el Hijo de Dios.  Juan 1:34.

 

Las escrituras nos indican. Él es el principio. En la creación. Y el profeta Miqueas escribió: Que él es, desde el principio, de la eternidad. Y su plan de redención, estaba desde el principio de la fundación del mundo. Miq 5:2. Siendo confirmada esta palabra en la carta a los hebreos por el Apóstol Pablo. Heb 9:12.

 

Por lo antes mencionado, el evangelista Juan escribe con toda seguridad; él es Dios. Juan 1:1-3. Confirmando la profecía del profeta Isaías. Isa 52:6.

 

También nos habla las Escrituras. De la salvación que traería, la venida del Hijo de Dios. Siendo esta planificada en la eternidad. Dios vendría. Isa 52:6. Él les prolonga su misericordia por su amor eterno. Jer 31:1-3. E hizo un pacto eterno con ellos. Que jamás olvidará. Jer 32:40; 50:5.

 

Seguidamente en las escrituras. El Hijo de Dios Eterno. Es llamado Padre Eterno. Isa 9:6. Y por eso, él ora al Padre como el Hijo Eterno de Dios. Para ser glorificado con la misma gloria, que tuvo antes de crear al mundo, en la eternidad. Juan 17:5. Su dominio, es Eterno, que nunca pasará, escribe el profeta Daniel. Dan 7:14.

 

Por tal razón, los propósitos de Dios son eternos. Y lo hizo en Cristo Jesús nuestro Señor. Efe 3:11. Dios es el Eterno refugio. Y aquí en la tierra los brazos Eternos. De 33:27. Estaba en la diestra de Dios. Fue la diestra de Dios. Isa 53:1 b. Y está a la diestra de Dios. Después de hacer la obra de redención, se sentó a la diestra de Dios. Heb 10:12.

 

Jesús es Eterno, él estaba con Dios. En la eternidad estaba a su diestra. Y es el Hijo de Dios. Cuando vino como hombre. Se limitó como Dios. Para redimir al hombre. Él fue el renuevo. El Nazareno. Fue llamado Jesús de Nazaret. Hech 10:38; Isa 53:2. Y Jesús pide a su Padre, que lo glorifique al lado suyo. Juan 17:5.

 

3. El Nombre Todopoderoso de Jesús.

El profeta Isaías escribe. Su nombre es Admirable. Isa 9:6. Despreciado entre los hombres. Varón de dolores. Experimentado en quebranto. Escondimos de él el rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos. Isa 53:3.

 

Las escrituras nos hablan de su Nombre. Por sus profetas fue anunciado, que su Nombre es admirable. Isa 9:6. Y se llamaría Nazareno o renuevo. Es el renuevo de David. Para cumplir los propósitos de Dios con su pueblo. Jer 23:5. Por lo que habitó en Nazaret, y se cumplió la profecía. Como indica el profeta Isaías. Isa 53:2. Se llama Jesús de Nazaret. Que significa renuevo. Mat 2:23. Es el renuevo. Zac 6:12. Porque su pueblo escogido, destruyó su linaje y descendencia. Mezclados con otros pueblos. Y su descendencia fue cortada en varias ocasiones. Y fueron eunucos, esclavos de los reyes que los subyugaron.

 

En esta razón, su nombre representa su Poder, Carácter y su Autoridad. Mat 7:29. Y su nombre es Admirable. Es llamado el hijo de Dios. Porque Dios cumplió sus propósitos, a pesar de su pueblo Israel. Luc 1:35.

 

En este sentido fue enviado, el Hijo de Dios. Para que conocieran su Nombre. Mar 6:14. El Nombre del Eterno Dios Omnipotente. Ex 6:3. Y en la misma oración que hace Jesús ante su Padre, le indica que ha manifestado su nombre a los hombres que del mundo le había dado. Juan 17:6. A pesar de haber sido despreciado por los hombres, como Jesús indicó. Luc 17:25. Dando cumplimiento a la profecía. Isa 53:3.

 

4. La Humanidad de Jesús palpada.

Fue hecho igual a los hombres. Por eso fue llamado Hijo de Hombre. Sal 80:17. Era Dios. Juan 1:1. Y nació de su simiente humana. Luc 1:35. Nos habla el profeta Isaías. Porque llevó nuestras enfermedades. Sufrió nuestros dolores. Pensamos que era Dios quien lo azotaba, lo hería y abatía. Isa 53:4.

 

Para cumplir la promesa de redención. De salvar a su pueblo de sus pecados. De volver a la vida que se había perdido. Por causa del pecado o desobediencia a la palabra de Dios. La diestra de Dios vino como humano. Para restaurar la imagen de Dios en el hombre.

 

Por eso la profecía decía, que una virgen concebirá y dará a luz un hijo, que salvará a su pueblo de sus pecados. Y así sucedió el redentor vino como humano. Mat 1:22-23.

 

Desde el principio de la creación el ser humano hablaba con Dios. Dios comienza hablando directamente con el primer hombre que Creó. Con Adán. Y con los hijos de Adán, Abel y Caín. Y Dios le muestra la redención a Adán, sacrificando un animal, para vestirlos de pieles. Gen 3:21.

 

En primer lugar, Dios había prometido su redención. Porque por causa de la muerte, y que la muerte pasó a todos los hombres. Por motivo de la desobediencia de Adán. Dios también había planificado y transmitido su propósito de redención a los hombres. Desde Adán. Pero no le hicieron caso. Y en la generación de Noé. Dios destruye la tierra con un diluvio. Porque los seres humanos sobre la tierra se habían vuelto muy violentos y malos. Y quedó solo Noe y la familia de sus tres hijos. Y el mundo comenzó de nuevo.

 

Por eso, Dios escoge a un pueblo. Que fue el pueblo de Israel. De la generación de Noé, de su hijo Sem. Y de la generación de Sem, nace posteriormente Abraham. Y de la generación de Abraham escoge a Judá. Para traer en el cuerpo humano la redención. A través de su descendencia. Ya que de otra forma no podría ser.

 

Por su parte, en segundo lugar, Dios trazó su plan desde un principio. Y lo comunicó. Qué sería de su simiente humana. Y así sucedió. Dios trajo su redención a través de la simiente humana. Del linaje de David, de Judá.

 

En tercer lugar, Dios cumplió todo su propósito de redención con su pueblo. El Mesías vino y redimió a su pueblo de sus pecados. Vino como humano. De su simiente humana. Y es Dios. Porque fue concebido por el Espíritu de Dios. Estaba a la diestra de Dios. Fue concebido en la simiente humana. Como él lo había establecido para perdonar sus pecados. Luc 1:77. El evangelista Juan nos habla que sus manos palparon a Jesús. 1 Juan 1:1.

 

4.1. El pecado del hombre.

Siendo Adán probado en la fidelidad a Dios. Es hallado fallando a Dios. Este fallo, es la desobediencia a la palabra de Dios. Se conoce como pecado. Entendiéndose por error, fallo, pecado, desobediencia; es no acatar una orden establecida por Dios en su palabra. Inmediatamente a este fallo. Dios transmite a Adán su plan de redención. Por haberle desobedecido.

 

Luego habla con Noé. Descendiente de Set, hijo de Adán. Sobre su plan de redención. Y en la descendencia de Noé. Escoge a Abraham, de la descendencia de Sem, hijo de Noé, como hemos mencionado. Y le promete a Abraham, su redención, en su descendencia. De su simiente.

 

En lo sucesivo en la descendencia de Abraham, de los hijos de Isaac, de su hijo Jacob, escogió a Judá. Para que, de su descendencia, procediera el Mesías en su linaje. 

 

Comprendiendo que el Mesías vendría en cuerpo físico humano. Del linaje de Judá, del rey David, como así se lo prometió Dios.

 

En este sentido, en las escrituras conocemos, como Dios muestra y ejecuta. El plan sobre cómo era su gobierno, su linaje y redención como humano.

 

Después de la salida al desierto, le presentó su Tabernáculo a Moisés. El Tabernáculo cómo era en el cielo. Comprendiendo la unión del cuerpo humano terrestre, con el celestial del cielo. Su Tabernáculo. Para realizar la expiación. Ex 25:40.

 

4.2. El Desprecio de Jesús como hombre.

Luego después de la salida del desierto del pueblo de Israel. Dios instituyó su gobierno a través de jueces y sacerdotes. Pasado el tiempo de gobernar los jueces. Su pueblo de Israel, desecha su gobierno a través de jueces, y pide reyes. Como los otros pueblos. Dándole Dios reyes. Siendo el último juez y sacerdote Samuel. Y gobiernan a su pueblo los reyes. Comenzando por el rey Saúl. Pero el rey a quien Dios desecha. Por no obedecer a sus órdenes. Así como desecharon su gobierno de jueces. Y luego Dios coloca como rey, a David.

 

Pero tanto en el gobierno de Dios a través de los jueces, como el de los reyes. Fue despreciado. Fue menospreciado por los jueces de su pueblo.

 

Tanto que se encuentra una mujer llamada Débora profetisa, fue la cuarta Juez de Israel. Y ningún Juez se encuentra en la genealogía de Jesús. Ya que no todos pertenecían a la tribu de Judá.

 

Luego su gobierno en los reyes, ejercido en el linaje de Judá, del rey David. Igual en los sucesivos desecharon a los descendientes del rey David. Como sucesores de este, y descendientes de la promesa de redención.

 

Por tanto, al despreciar su gobierno, también despreciaron al Mesías. Su Ungido, al Hijo de Dios. En su simiente. En el linaje de Judá. Como el gobierno de Dios. Como Rey. Despreciando a sí mismo, a Dios. Y su promesa de redención. Isa 53:3; 52:14.

 

Porque Dios le había anunciado a su pueblo, que, de su linaje, el de Judá, nacería, el que regirá a Israel. Gen 49:10. Pero ellos despreciaron su linaje.

 

Primeramente, fue despreciado en los dos primeros hijos de Judá. Quienes no le dieron descendencia a Judá con Tamar su nuera. Quien sí le dio descendencia a Judá. Mat 1:3. Luego fue despreciado en la época de los Jueces en su descendencia. Y fue redimida Judá por Booz, hijo de Salmón y Rahab. Mat 1:5. De igual forma desprecian a los que Dios enviaba a gobernar como Jueces, en su linaje. Luego en los reyes fue despreciado. Matando la descendencia de Judá y colocando a otros reyes. Mat 1:8. Igualmente cuando llega el Mesías. También lo desprecian y no creen en él. Luc 3:23. Despreciando al Mesías como hombre y como Hijo de Dios. Dándole muerte igual que hicieron a sus jueces y a sus reyes. Juan 19:7.

 

4.3. El Nazareno el renuevo de David.

Después de ir al exilio el pueblo de Israel. Después del gobierno de los reyes. Dios les indica a través de sus profetas. Que él le levantaría un renuevo justo. Para traer la redención a Israel. Ya que ellos no habían cumplido con él pacto que Dios había hecho con el rey David. En su descendencia, a través de su linaje, nacería el Mesías. El redentor.

 

Sin embargo, el Hijo de Dios, a pesar de ser Dios, se despoja de su gloria. Para venir a redimir a su pueblo. Haciéndose hombre. Para poder ejecutar la redención. Redención que ya había sido anunciada a sus profetas, y ellos a su pueblo. Que del linaje de David traería al Mesías. Y por esto el Apóstol Pablo en la carta a los romanos se los indica; era del linaje de David. Rom 1:3.

 

En resumen, Jesús es la raíz de Isaí, padre del rey David. Y de esta raíz que se había cortado muchas veces, en el gobierno de los reyes, y en el exilio. Y había perdido su vigor. Y estaba casi seca. Ya que habían sido mezclados, muertos, dados en levirato, eunucos del rey en el exilio. Dios hace nacer un renuevo después del exilio. A Zorobabel. De la descendencia de David. Y de este renuevo, posteriormente, nace el Mesías.

 

En este aspecto, renuevo significa Nazareno. Pero el renuevo que Dios anuncia, es un renuevo Justo. Y no era Zorobabel como ellos creían. En el Imperio de los Medos Persas. Porque después del exilio cuando regresan a Jerusalén, con Zorobabel. Los profetas Esdras y Nehemías exhortan a volver a Jehová. Al pueblo que se había mezclado. Ed 10:44; Neh 13:23.

 

Entre tanto, pasaron unos 430 años, después que gobernó Zorobabel en Jerusalén. Para nacer el Mesías. Y en estos 430 años, continuaron mezclándose los judíos con otros pueblos a donde iban. Subyugados por otros pueblos. Después del último profeta Malaquías. Dios no habló más a través de sus profetas. Mal 1:1.

 

Por esta razón Jesús fue llamado Nazareno. Y habitó en Nazaret, ciudad del renuevo. Para ser llamado Nazareno. Jesús de Nazaret. Y así se anunció a Pablo, cuando se encontró con el Señor Jesús vía Damasco. Cuando perseguía a los seguidores de Jesús, o del camino. Como también fue mencionado. Jesús le dice a Pablo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigue. He 22:8.

 

5. El juicio que paso Jesús para librarnos.

El pueblo de Dios pasó por juicio, unos siendo inocente, otros siendo culpables por desobedecer las leyes y mandamientos de Dios.

 

Por este mismo motivo. El Mesías, Jesús, pasó por cárcel y por juicio. Por las rebeliones de su pueblo. Por el juicio de la ley. Y siendo inocente de lo que se le acusaba.

 

Pero su pueblo de Israel creyó, fue Dios quien hizo juicio sobre él. Isa 53:4. Ellos no comprenden. Y hasta ahora parte de este pueblo, llamado ahora judío, permanece a ciegas. Creyendo que aún Dios no ha cumplido sus promesas. Pero si fueron cumplidas.

 

Por su parte, en este juicio que le hacen al Hijo de Dios, según nos indica Isaías. Fue herido. Siendo herido por la culpa y la pena de los pecados cometidos por su pueblo. Isa 53:5.

 

De igual forma, el juicio de Dios pasó sobre él. Porque fue herido por la sentencia, de las rebeliones de su pueblo. Isa 53:8. Según lo establecía la ley. El condenado tenía que recibir azotes, si así lo merecía. De 25:2-3. Jesús cumplió este juicio. Cuando ya lo sentenciaban a muerte de crucifixión. Porque Pilato mandó azotarle. Mar 15:15.

 

De tal forma, Dios ha sometido todo juicio, en las manos de Jesús. El Padre a nadie Juzga, sino que todo el juicio lo dio a su hijo. Juan 5:22. Y se escribe sobre su juicio en Isaías. Isa 9:7.

 

 El juicio de Dios, sobre los hombres, pasó sobre él. Porque fue herido por nuestras rebeliones. Isa 9:7. Molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él. Y por su llaga fuimos nosotros curados. Isa 53:5.

 

6. La Gracia que salva.

Por todo lo antes mencionado, del pueblo de Israel, y Judá. Ellos deberían cumplir las leyes, mandamientos y la palabra de Dios. Pero se apartaron del camino de Dios. Escogiendo sus propios caminos. Y Dios cargó en Jesús su Hijo, el pecado de todos ellos. Isa 53:6.

 

Porque este era el pacto que Dios había hecho con ellos, para redimirlos. Pero al no cumplir con el pacto de Dios. Dios los salva de pura gracia. Y les da su redención de gracia. Es así como les expresa Dios, tanto en los profetas, como en las cartas apostólicas. Rom 4:16

 

Finalmente, ellos al no cumplir con el pacto. En la promesa que Dios le había dado de redención. A su pueblo Israel. A través de su simiente. Por haber despreciado su simiente. Y quebrantado su pacto. No obtuvieron la redención. Por eso el profeta Oseas escribe que los amaré de pura gracia. Os 14:4.

 

Por consiguiente, es su gracia quien los salva. Recibiendo una nueva vida en Cristo. En el Mesías. El redentor. Quien sí cumplió con los planes de Dios.

 

Esta nueva vida, es la redención prometida a Israel. Como explica y escribe el Apóstol Pablo a los romanos, andemos en una nueva vida. Rom 6:4. Y así escribió el evangelista Juan. Participando todos de su plenitud, su gracia. Juan 1:16. Escribiendo también a los efesios Pablo les dice: somos salvos por su gracia. Efe 2:8.

 

Por tanto, los salvó de pura gracia. Porque su pueblo no cumplió con su pacto. Y el profeta Isaías escribe: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino. Dios cargó en él. El pecado de todos nosotros. Isa 53:6. Siendo la gracia un regalo del amor de Dios, para su pueblo Israel y el mundo.

 

7. La Justicia que salva.

Dios cumplió con toda justicia, a los hombres que creó. Y con toda su creación. Isa 5:16. La justicia de Dios está hecha en su Hijo. Jesús. Angustiado y afligido, callado, delante de sus trasquiladores. Fue el cordero de la pascua. Isa 53:7. Pasó por la cárcel y el juicio. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes. Y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Isa 53:8.

 

El Hijo de Dios hace la voluntad de Dios. En la justicia de Dios. Con mansedumbre y humildad a pesar de ser Dios. Dios hace su justicia a través de su Hijo. Al desprenderse de él, y ser enviado para redimir al hombre. Y el cumplir su voluntad de redimir al hombre. Isa 53:7,8,11.

 

Por todo lo antes mencionado, Dios cumplió con toda justicia en él. 2 Cor 5:21. Enviando al salvador. El redentor vino. Pero también volvió al Padre. Si el corazón del hombre y de su pueblo, así no lo comprende. Jesús les envía su Espíritu Santo. Para convencer a su pueblo, al hombre. De que Dios hizo su justicia a través de su Hijo. Juan 16:10.

 

El Apóstol Pablo escribe a los romanos: La justicia de Dios, es por medio de la fe en su Hijo Jesús. Para todos los que creen en él.  Sin diferencia alguna. Es así que no sólo para el pueblo de Israel y los judíos es la justicia de Dios en Jesús. Sino para todo el que cree en él. En Jesús, el Mesías, Cristo o Jesucristo. Rom 3:22.

 

8. La santidad verdadera.

Dios es Santo. Jesús el Santo Ser, como indicó el Ángel a María. Luc 1:35. Es Santo, y se santificó como hombre. Para poder santificarnos. Isa 5:16,19. Se dispuso con los impíos su sepultura. Y con los ricos su muerte. Aunque nunca hizo maldad. Ni hubo engaño en su boca. Así lo expresa el profeta Isaías. Isa 53:9. 

 

Él nos santificó, en su obediencia e inocencia. Fue santo en sus actos humanos. Isa 53:9. Él es Santo y su Nombre fue santificado. Ez 36:23. Según las promesas hechas a Abraham. Luc 1:75.

 

Por su parte, Jesús Santificó el gran Nombre de Dios, profanado por su pueblo. Eze 36:21-23. Jesús santificó el Nombre de Dios. Restaurando la imagen de Dios en el hombre. Jesús se santificó.

 

Para que nosotros en esa verdad seamos santificados. Siendo él, inocente de las acusaciones contra él.

 

Por esta razón, pidió al Padre: Santifícalos en tu verdad. Porque tu palabra es verdad. ¿Cuál verdad?  Que Jesús obedeció, se santificó. Haciendo la voluntad de Dios, de venir a redimir al hombre. Bajo los parámetros establecidos por Dios. No los del hombre. Juan 17:17.

 

9. La Expiación realizada.

Según la profecía: A pesar de ser inocente. Santo. Dios lo sometió al quebranto. Sujetándolo a padecimientos. Colocó su vida en expiación por el pecado. Vio linaje en todo los que han creído en él. Isa 53:10.

 

La expiación, es tomar el lugar del otro. Ser sacrificado, padecer y ser muerto. En lugar del otro culpable. Para rescatar la vida del condenado, y declararlo libre de culpa. Y siendo librado de la culpa, tener una nueva vida. Y vida eterna. Ser librado de la muerte eterna. Porque Dios hizo al hombre eterno. Pero por haber desobedecido a Dios, perdió esa vida. Y Jesús le regresa esa vida en la justicia de Dios.

 

Por este motivo, él dispuso colocar su vida, para dar vida. Fue condenado en expiación por el pecado. Para redimir a su pueblo. Así como un cordero. Ya que su pueblo necesitaba un cordero en expiación. Para ser perdonado por su pecado, cada año, según la ley. Él fue el cordero sacrificado en expiación por el pecado de su pueblo. Isa 53:10; 52:9-10.

 

10. La sabiduría que justificó.

En la sabiduría de Dios. Pro 8.  La aflicción de su alma fue su satisfacción. Porque salvó a muchos, al justificarlo por su conocimiento. Y llevó las iniquidades de ellos. Isa 53:11. En su sabiduría ejecutó su gran proyecto. Y en el conocimiento de su Hijo, lo manifestó a la humanidad. Juan 17:6. 

 

En la sabiduría admirable de Dios. Jesús toma el lugar que le corresponde al hombre. Para pagar a Dios lo adeudado por el hombre ante Dios. Primordialmente, porque se declara, un juicio sobre el hombre, después que muera. Heb 9:27.

 

Principalmente de esta forma, Jesús hace la justicia de Dios. De declararnos justos ante él. Por la obra hecha por su Hijo. Por él haber santificado al cuerpo humano. Isa 53:11.

 

En su sabiduría de santificarnos en su cuerpo, participando de su naturaleza divina. Para poder recibir nosotros su Espíritu Santo, en nuestro cuerpo. Redimiendo de los pecados y desobediencia a la palabra de Dios. Para darnos una nueva vida en él. En su Hijo Jesús. 1 Cor 1:30.

 

En esta razón, es una nueva creación. La que crea Dios, en su Hijo. No de concepción humana sino del Espíritu de Dios. Juan 1:12-13.

 

10.1. El Conocimiento que justificó.

Por su conocimiento. Él justificó a muchos. Tomando su lugar. Muriendo en su lugar. Padeciendo en su lugar. Por los pecados cometidos por el hombre. Isa 53:11.

 

11. La Resurrección de Jesús.

Es de suma importancia, la resurrección de Jesús. Porque nos da a conocer la vida, después de la muerte. Ya que nadie había resucitado de los muertos. Y Jesús lo hizo. Resucitó. Para dar a conocer al hombre su eternidad. Ec 3:11.

 

En este sentido, la esperanza de los que creemos en él, es garantizada con la resurrección de Jesús. Hech 2:32. Él lo había prometido por sus profetas y así lo cumplió, en su Hijo Jesús. Ose 6:2. Isa 52:12.

 

Porque, así como él resucitó, nosotros también resucitáremos. 2 Cor 4:14. Y en cuanto a la resurrección de los muertos Jesús habló sobre Moisés, cuando llama a Dios. Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Dios es un Dios de vivos, no de muerto. Porque para él todos viven. Luc 20:37.

 

12. La Glorificación de Jesús.

Como ya se ha mencionado, en las Escrituras en el libro de Éxodo. En el antiguo testamento se observa la gloria de Dios, en el tabernáculo de reunión, después de haber realizado Moisés todo el acto solemne, del Sacrificio Expiatorio. Luego en el Nuevo Testamento. Esteban cuando fue apedreado ve la gloria de Dios, y a Jesús sentado a la diestra de Dios. Hech 7.

 

Después de ser sacrificado Jesús y, muere. El velo del templo de Jerusalén se raja en dos. Y este hecho lo escribe el evangelista Mateo. Y luego el apóstol Pablo por revelación, conociendo lo ocurrido. Indica, este es el nuevo camino abierto. Por el velo de su carne. Por el sacrificio de su carne, al lugar santísimo, y por la sangre de Jesús. Heb 10:19-20.

 

Por tanto, Dios le glorificó en grande, y estarán con él, en su gloria, sus grandes siervos que le han creído a él. Por cuanto derramó su vida hasta la muerte. Fue contado con los pecadores y cargó con el pecado de muchos. Y ora por los que incumplieron su ley. Isa 53:12. Después de resucitar, ascendió al cielo. Recibe de nuevo su Gloria. Juan 17:5.

 

Jesús recibió su glorificación, después de resucitado. He 3:13. Y su glorificación es Eterna. Porque él siempre había estado en la gloria. Juan 17:5. Y Él es glorificado, es exaltado. Sería puesto en alto según la profecía de Isaías. Isa 52:13; 53:12.

 

En esta razón, es glorificado. Y luego de ser glorificado le entrega la promesa a su pueblo. La promesa de la vida eterna. 1 Ped 4:11.

 

Al profeta Daniel se le revela aspectos de su glorificación y escribe: Se le fue dado dominio, gloria y reino. Para que todos los pueblos de la tierra le sirvieran. Y su dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. Dan 7:14.

 

En este aspecto, Jesús se lo indica a sus discípulos, y es escrito en el evangelio de Mateo. Mat 28:18.

 

El Reino de Dios, será cuando él repartirá su reino como él quiere. Con él se sentarán a reinar patriarcas, reyes, los apóstoles y todo cuanto él escoja. 

 

También el Salmo lo indica. Después de estar Jesús en la angustia. Dios Glorificó a su Hijo. Salmo 91:15.

 

Jesús vendrá otra vez en Gloria.  La venida en gloria se refiere a que ya él realizó la obra expiatoria de redención, dejando su gloria. Pero ahora no dejará su gloria. Vendrá con toda su gloria a regir a las naciones. Como el rey de la gloria. Cuando el venga en su gloria. Regirá a las naciones, y ellas se tendrán que someter a él. Y entre todos los pueblos, el pueblo de Israel, por el cual viene. No se trata de que tendremos que irnos al cielo. Sino que Jesús vendrá a ejercer su dominio sobre la tierra.  

 

Cuando la Biblia habla de cielo nuevo y tierra nueva. Esto sucederá después que Jesús ejerza su gobierno. Unos mil años. Luego sucederán los otros juicios. Y luego habrá tierra nueva y cielos nuevos. En el reino de los cielos. Estamos esperando el reino de Dios, primeramente. Que es, el gobierno de Jesús el Mesías en la tierra. 

 

En este sentido, Jesús anunció muchas veces, su venida en gloria, escrito en el evangelio. Anunció que vendría en la gloria de su Padre con sus ángeles. Vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y cuando los muertos escuchen su voz, saldrán de los sepulcros. Anunció que su venida nadie la sabe, solo el Padre. Estemos atentos y esperando por ello. 

 

Jesús anunció su reino. Su reino tendrá lugar después de venir en gloria. De haber sucedido su juicio en el Trono de Cristo, para repartir sus méritos.  Y galardones. No se hará aún un juicio de condenación. Pues los muertos en Cristo son resucitados primero. 

 

En consecuencia, los que queden muertos tendrán lugar, en la segunda resurrección, después del Milenio. Bienaventurado dice el libro de Apocalipsis, el que tenga parte en esta primera resurrección. Jesús anunció el reino de Dios y los pormenores, escrito de igual forma en el evangelio. Después de aquellos días, después del Milenio. Cuando se revelen los reyes de la tierra contra el Mesías y su gobierno. Diciendo rompamos sus ligaduras. Sal 2:3. Luego, sucederán los otros juicios y la tierra será destruida.  

 

Después, será un nuevo cielo y tierra nueva. Se harán los juicios y se entregará el dominio de todo, al Dios Padre. Quién gobernará en su reino de los cielos, eternamente y para siempre. Con su pueblo escogido, fiel y santo. 

 

Entre tanto, Jesús también habla de las bodas del cordero. En parábolas. En Apocalipsis. Se invita a gozarse y alegrarse. Y habrá una cena en esta boda. Siendo Bienaventurados todos aquellos llamados a esta cena. Este es un evento único. Donde Jesús se encontrará con su Iglesia. Sus escogidos, quienes han sido fiel a él.  Llamados, elegidos y fieles. Apo 17:14; 19:7-9.

 

Por último, el profeta Habacuc, anunció su venida en Gloria.  En una preciosa alabanza. Dios vendrá de Temán, y el Santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano, Y allí estaba escondido su poder. Hab 3:3-4.

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