Capítulo 4

 


I. Jesús y su doctrina en el Evangelio.

Es muy importante conocer la profecía de Isaías 53. Porque en esta, se encuentra fundamentada, la doctrina de Jesús. Dicha doctrina fue escrita y oralmente transmitida a su pueblo en la antigüedad desde un principio. Fue recordada y anunciada oralmente. Por Jesús entre su pueblo. Cuando estuvo en esta tierra, en la ciudad de Jerusalén y sus alrededores. Y está escrita en el evangelio.

 

Esta profecía, comienza haciendo una pregunta, muy importante y comprometedora para Israel, el pueblo escogido de Dios. Y culmina dando a conocer la Gloria de su Ungido, de Jesús. Del Hijo de Dios, como ya se ha mencionado. Después de Jesús haber cumplido la voluntad de su Padre. Aunque el pueblo de Israel se atribuye personalmente esta profecía. En resumidas cuentas, en los 12 versos de Isaías 53, se relata la doctrina de Jesús. Doctrina cumplida, escrita y anunciada en 4 evangelios.

 

A. La doctrina de Jesús en el evangelio de Jesús.

En todo caso, Jesús y su doctrina. Fue anunciada a su pueblo Israel. Y la profecía de Isaías 53, define en resumen a Jesús y su doctrina, relatada en el evangelio, de la siguiente manera:

1. Jesús fue anunciado.

La doctrina de Jesús fue anunciada. En las Sagradas Escrituras. Para conocerla y poder seguir sus ideales, sus legados. Y también para tener credibilidad en ella. A la medida de su establecimiento. Y esta doctrina fue cumplida. Se encuentra escrita en el evangelio.  Evangelio escrito por 4 escritores, Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

 

En esta razón en primer lugar, la profecía de Isaías 53, empieza preguntando por un anunció. De igual manera la credibilidad de este anunció. Isa 53:1. Un anuncio que se había dado a conocer a través del tiempo.  Específicamente a un pueblo escogido. Al pueblo de Israel.  A sus patriarcas, a sus jueces, gobernantes, reyes, sacerdotes y profetas. Este anuncio se había realizado en primera persona. Anunciado de una forma oral. Como es el caso de Abraham, Isaac, Jacob y David.  Y posteriormente se escribe. Finalmente está escrita en las Santas Escrituras.

 

En este sentido en el anuncio, se había especificado el linaje, el tiempo y la obra del Mesías. En este anuncio está debidamente establecida su procedencia. El linaje del Mesías, del Ungido, del Hijo de Dios. Y su mensaje anunciaba la familia del linaje real de Judá. Judá, uno de los hijos de Jacob. De la descendencia del rey David. Linaje escogido anunciado y descrito en las Escrituras. Siendo bien organizada su genealogía en toda la Escritura.

 

Posteriormente, fue organizada y escrita su genealogía en el evangelio. Por Mateo y Lucas. Presentando Mateo y Lucas una destacada genealogía del Mesías prometido, a su pueblo. Tanto la genealogía presentada por el evangelista Mateo, como Lucas, son complementarias. Puesto que no están completas. Mateo 1. Lucas 3.

 

De igual forma, el Mesías fue anunciado eternamente, según los propósitos de su Padre. Y en el cumplimiento del tiempo en su voluntad. Fue enviado a su pueblo. Su Hijo, quien se lo manifestó personalmente a su pueblo. Manifestando de igual forma el Nombre de su Padre ante ellos. Juan 17

 

En concordancia con toda la Escritura, se había hecho el anuncio de su venida. De todos los pormenores que conllevaba esta llegada a la Tierra de su Hijo. Y se había revelado a los hombres a su pueblo Israel. De muchas formas y de muchas maneras. Y se le había anunciado a su pueblo Israel, a través de sus patriarcas, jueces, sacerdotes, reyes, gobernadores y profetas.

 

De conformidad con lo establecido, se había dejado constancia, por escrito de este anuncio. Y a través del profeta Isaías les hace esta pregunta escrita, muy comprometedora para ellos de esta forma: ¿Quién ha creído en nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Dios? El anuncio de su venida a esta tierra. Y su ejecución a través de su brazo. Su brazo representa, quien ejecutó su voluntad. El Hijo de Dios. Isa 53:1.

 

Por consiguiente, esta pregunta está dirigida en primera persona. Está realizada a su pueblo Israel. Porque ellos, no habían creído en el anuncio. Que les fue entregado. Referente al Mesías. El cual su pueblo ha debido de creer. Y, por otro lado, ¿a quién se le manifestó el brazo de Dios? Metafóricamente señala su brazo. Para referirse a la ejecución de su voluntad. Es decir; ¿a quién se le reveló la voluntad de Dios? Por supuesto a su pueblo Israel, desde un principio. En tal aspecto; la voluntad de él, venir a librar a su pueblo.

 

Por consiguiente, el brazo ejecutor de su voluntad es su Hijo. Porque Jesús se refiere al Padre, que él manifestó su Nombre, a los hombres que él les dio.  Es decir; su pueblo Israel y los judíos. También el evangelista Juan habla sobre: que no todos creyeron en el anuncio y se cumplió esta profecía de Isaías. La profecía de Isaías anunciaba los pormenores de cómo vendría Jesús. Esta se había revelado a los hombres. A su pueblo Israel.

 

En otras palabras, a través del profeta Isaías se les recuerda haciendo esta pregunta: ¿Quién ha creído en este anuncio? ¿Y a quién se ha manifestado la voluntad del Padre? Isa 53:1. Y el evangelista Juan escribe, que la profecía fue cumplida. Porque no todos creyeron en este anuncio. Juan 12:38.

 

Por tanto, la profecía, se refiere a que el anuncio ha debido creerse. Porque su cumplimiento profético se encuentra escrito en el evangelio. Jesús en su doctrina. Habló sobre la luz y las tinieblas. En luz andan los que creen en él. Y en las tinieblas los que no creen. Jesús enfatizó mucho en el hecho de que debía de creerse, todo lo que las escrituras anunciaban de él. 

 

Por esta razón, gran parte del mensaje doctrinal de Jesús. Se basó en creerle a él. Y en el anuncio de las escrituras sobre él. En todo lo que se tenía que cumplir en él. Y el evangelista Juan. Detalla y escribe unos 100 versos referente a creerle a Jesús. Y Juan nos indica: que a pesar de que Jesús hizo muchas señales entre su pueblo, muchos no creyeron en él. Para dar cumplimiento a la profecía de Isaías. Juan 12:37-38.

 

Por tanto, la doctrina de Jesús fue anunciada, transmitida oralmente a su pueblo Israel, sus patriarcas, jueces, sacerdotes, reyes, gobernadores y profetas. Debidamente escrita. En las Santas Escrituras. Y cumplidas en su totalidad respecto a la llegada del Mesías. Escrita posteriormente en el Evangelio. Había sido previamente transmitido oralmente su mensaje. Del cumplimiento de las escrituras por sus discípulos y los profetas. Unos 20 años antes de que se escribieran los evangelios. Y como constancia se escriben los evangelios años más tarde. Doctrinas que hasta ahora permanecen. Y constituyen a Jesús y su doctrina.

 

2. Jesús es el Hijo de Dios Eterno.

Por su parte en la profecía de Isaías 53:2. En el contexto de Isaías 53, en el capítulo 52, refiere que el Eterno Dios vendría. Isa 52:6. Y sería en su venida el Nazareno o un Renuevo. Explica la profecía; es un renuevo, como raíz en tierra seca. Sin apariencia. Ni hermosura. Sin atractivo para desear. Isa 53:2.

 

Pero ¿porque el profeta Isaías se refiere a que sería en su venida un Renuevo? Y Renuevo traducido significa Nazareno. Porque su pueblo estaba en cautiverio, después de 400 años de incumplir el pacto de Dios hecho con Israel. En el desierto. Después del tiempo de los reyes. Y fue deportado a Asiria, luego a Egipto, a Babilonia y por último a los Medos Persas. En años siguientes sus príncipes fueron hechos eunucos de los reyes donde iban en cautiverio, quemados, mutilados y se mezclaron con otras naciones.

 

Por esta razón, les dice Dios, que, de su linaje, aunque fue cortado como raíz en tierra seca. Nacería un Renuevo, el Mesías. Porque habían perdido la esperanza del Mesías prometido. La hermosura, el atractivo, la buena apariencia de los reyes de Israel y Judá. Con los cuales se acostumbraron a reinar. Y había desaparecido tras el cautiverio. En este tiempo se dieron en Liberato. Es decir; si moría el príncipe heredero, el hermano tomaba su lugar. Para procreale descendencia al difunto, con la viuda. Para continuar el nombre del linaje del difunto y la esperanza del Mesías prometido.

 

En este aspecto, las genealogías de Mateo y Lucas, tienen dificultad en su credibilidad por parte de su pueblo Israel y judío. Ya que faltan personajes. Y los judíos no la reconocen como real. Pero dichos personajes se encuentran complementados en las dos genealogías. Porque Lucas indaga e investiga más allá. Y recoge los personajes antes de Abraham, en la que comienza la genealogía de Mateo. Y después de la deportación a Babilonia, en la que culmina la genealogía de Mateo.

 

En este mismo sentido, el profeta Jeremías nos habla del Renuevo de David. Jer 23:5. Sería un Renuevo o Nazareno. Porque su pueblo incumplió el pacto establecido con ellos en el desierto. De ser una Nación Santa. Y a través de su simiente, o carne humana. Dios les traería a Jesús, el Mesías. El Redentor de Israel. El Nazareno. Y habitó en Nazaret, según los evangelios. Y fue llamado Jesús de Nazaret.

 

En detallados aspectos, Jesús y su doctrina. Reveló que él es Eterno. Jesús dijo: que era antes de Abraham. Y no era de este mundo. Juan 8:23. Es el principio, así escribe el evangelista Juan. Todas las cosas fueron hechas por él. Juan 1:1-3. Es Eterno y vendría como indica la profecía de Isaías. Isa 52:6. Sería el Nazareno o un Renuevo. El renuevo del rey David. De apariencia, sin atractivo, sin hermosura. Como raíz en la tierra seca. En su humanidad. Isa 53:2.

 

En este aspecto Natanael, cuando fue presentado delante de Jesús, reconoció a Jesús como Hijo de Dios. Y como el Rey de Israel. Juan 1:49. De igual forma, cuando se preguntó por la llegada del Mesías. Por unos Sabios, que siguieron la estrella de David en Jerusalén. Y se investigó donde nacería, se habló de ser la ciudad de Belén. Tal como describió el profeta Malaquías. Y detalló que sus salidas eran desde el principio, desde los días de la eternidad. Determinando como Eterno al Mesías. Miq 5:2; Mat 2:6.

 

Por tanto, Jesús y su doctrina, describe su eternidad. Diciendo que su doctrina no es de él, sino de su Padre quien lo envió. Juan 7:16. Y se dirige en una oración única ante el Padre. Y le pide que lo glorifique al lado suyo. Con aquella gloria que tenía antes de que el mundo fuese. Escrita por el evangelista Juan. Juan 17:5.

 

3. En el Nombre de Jesús.

 En contraste con la profecía, el profeta Isaías habla de su Nombre, es Admirable. Isa 9:6. Así como se le revela a Manoa el padre de Sansón. Su nombre es Admirable. Jueces 13:18. Pero respecto a la profecía de Isaías 53, habla sería despreciado y desechado entre los hombres. Varón de dolores. Experimentado en quebranto. Como que escondimos de él el rostro. Lo menospreciamos y no lo estimamos. Refiriéndose la profecía, no al pueblo, sino al Mesías prometido en su humanidad. Isa 53:3.

 

Similarmente con la profecía de Isaías 53, Jesús y su doctrina. Proclamó sus sufrimientos, padecimientos, y de ser despreciado. Por causa de su pueblo. Ellos lo menospreciaron y no lo estimaron como profetizó, el profeta Isaías. Isa 53:3. Jesús anunció su padecimiento y sufrimiento antes de morir en el madero o crucifixión. Igual Jesús profetizó, sería desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas. Este fue un hecho admirable. Ninguno había dado su vida por sus amigos y por el mundo. Pero Jesús les advirtió a sus discípulos, a quienes llamó también amigos. Era necesario que él pasara por todo esto. Marcos 8:31; Lucas 9:22; 17:25.

 

En este sentido, los principales sacerdotes y ancianos, habían despreciado. A todos aquellos que Dios escogía para ser juez de Israel. Igual a los reyes, gobernantes y aún a los profetas. 

 

En un razonable ejemplo, así fue despreciado el juez, sacerdote y profeta Samuel. Por lo que Dios le levantó rey a Israel. Diciéndole a Samuel, que no lo han despreciado a él, sino a Dios. Escogió a David para que fuese rey de Israel, y parte de Israel lo despreció. Despreciaron también a los sucesores del rey David, en el trono de David. Así fue despreciado el Mesías de Israel. Por lo cual le explica a Israel Jesús, a través de una parábola. Sobre el despreció que hicieron al hijo del Hombre. Y que él, es la piedra angular que desecharon los edificadores. Mateo 21:33-42.

 

Cuando se hace referencia, en las Escrituras del Nombre. No se refiere a un nombre específico. Por eso le dice a Moisés que Él es, Yo soy. Porque el Nombre es el carácter, la autoridad, el poder para realizar las cosas. Según los evangelios, todos se maravillaban de Jesús, y preguntaban con qué autoridad hace todas estas cosas. Narran también los evangelios, Jesús mismo sintió el poder que salió de él. Cuando una mujer lo toca con fe. Para ser sanada del flujo de Sangre. Mar 5:30. Y sus discípulos se sorprendieron de que él tenía carácter. Aún para ordenar a los vientos y las tempestades que le obedezcan. Marcos 4:41.

 

Por consiguiente, Jesús y su doctrina. Hizo hincapié en su Nombre. Diciéndoles a sus discípulos. Que hasta ahora no habían pedido nada en su Nombre. Pero que pidieran al Padre en su Nombre y todo le será hecho. Juan 14:13; 16:26. Jesús les delegó su Autoridad, Carácter y Poder a sus discípulos. Mat 10:1.

 

También, después de resucitado. Les dijo: que se le había dado todo poder y autoridad en el cielo y en la tierra. Les ordenó que en su Nombre ellos harían todo lo que él les enviaría hacer. Mat 28:18-20. A los que creían en él. Mar 16:15-20. Antes de ascender al cielo. Les dio órdenes precisas. Para anunciarle, ante el mundo y los confines de la tierra. Y sería ejecutada cuando su Espíritu Santo vendría con ellos y en ellos. El evangelista Lucas refiere que no hay otro Nombre en que podamos ser salvo. Hech 4:12.

 

4. El Hombre perfecto.

Entre tanto la profecía de Isaías 53, continúa indicando, sería humano. Pues anuncia sus heridas. Porque fue hecho igual a los hombres. Por eso fue llamado Hijo del Hombre. Como escribe el salmista. Sal 80:17.

 

Aunque el evangelista Juan, es quien muestra en sus escritos su condición Divina y humana. Nos dice: Que él es el principio. Y era Dios. Y es Dios. Juan 1:1. Y todo lo que se anunciaba de él. El Verbo fue hecho carne. Refiriéndose a su humanidad. Juan 1:14. En contraste el evangelista Lucas, nos habla que nació de su simiente humana. Luc 1:35. En comparación con Isaías. Porque nos habla, de que él llevó nuestras enfermedades. Sufrió nuestros dolores. Él llevó la culpa del pueblo. Cuando dice el profeta. Pensamos que era Dios quien lo azotaba, lo hería y abatía. Isa 53:4.

 

En este aspecto, el evangelio relata los padecimientos del Hijo de Dios, el Mesías, sus sufrimientos, las heridas causadas. Un ejemplo es cuando lo llevan ante el sanedrín atado. Para ser acusado y llevarlo a ser condenado a muerte ante Pilato. Quien lo envía a azotar injustamente. Cuando Pilato quiso negociarlo. Para soltarlo por Barrabas. Para calmar la turba de la gente. Quienes indican que lo crucifiquen. Como no pudo hacer nada, mandó a azotar a Jesús, y después a crucificarlo.

 

Ante todo, Jesús fue hecho igual a los hombres. Por eso fue llamado Hijo del Hombre. Según nos indica el Salmo 80:17. Y de acuerdo a lo escrito por Juan. Es el verbo hecho carne. Es Dios. Juan 1:1. Y se hizo hombre. Juan 1:14.

 

Por tanto, Jesús y su doctrina, declararon su procedencia humana. Después de resucitado. Diciéndoles a sus discípulos, que miraran sus manos y sus pies. Y palparan, para que vean, él tiene carne y hueso. Y no es un Espíritu. Luc 24:39. Y el evangelista Lucas escribe detalladamente su concepción humana, según le indica él Ángel a María. Luc 1:34-35. Y el profeta Isaías escribe. Porque él llevó nuestras enfermedades. Y sufrió nuestros dolores. Y pensamos que era Dios quien lo azotaba, lo hería y abatía. Refiriéndose a su humanidad. Isa 53:4.

 

5. El juicio de Jesús por los pecados de su pueblo.

La profecía de Isaías 53, habla del juicio de Dios, sobre los hombres. Y ese juicio pasó sobre él. Porque fue herido por nuestras rebeliones. Isa 9:7. Molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él. Y por su llaga fuimos nosotros curados. Isa 53:5. Esto solo se refiere a Jesús. No al pueblo. Porque el pueblo fue herido por sus pecados. Mientras Jesús fue herido, por los pecados que condenaban a su pueblo en Juicio. Por sus rebeliones, como lo indica el profeta Isaías.

 

En este sentido, todo juicio es dado al Hijo. El Padre a nadie juzga, sino el Hijo. El juicio que hará a su pueblo Israel, por no creerle. A las naciones, a los incrédulos, a los impíos, al diablo y sus ángeles. Todo juicio fue entregado al Hijo de Dios por su Padre. Así lo indica Jesús, escrito en el evangelio. Juan 5:22.

 

Jesús y su doctrina, enseñó sobre los juicios de Dios. Hizo comparaciones con ciudades, con reinos, con personas y sobre la Blasfemia contra su Espíritu Santo. Marc 3:29. También la profecía de Isaías 53 habló del juicio de Dios, sobre los hombres. Este juicio pasó sobre él. Porque fue herido por nuestras rebeliones. Isa 9:7. Molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él. Y por su llaga fuimos nosotros curados. Isa 53:5.

 

6. La Gracia que salva.

Después de tanto. Terminó Dios salvando a su pueblo Israel de pura gracia. Les dio un don, un regalo. Porque su pueblo no cumplió con su pacto. Ose 14:4. Porque el profeta dice: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas. Cada cual se apartó por su camino. Dios cargó en él. El pecado de todos nosotros. Isa 53:6.

 

La gracia de Dios se revela también desde el cielo. A todos los hombres. Porque Dios le levantó los celos a otro pueblo. Al que cree en el Mesías. Y porque Dios amó tanto al mundo. Para que todo aquel que en él crea, no se pierda, sino que viva para siempre. Juan 3:16. Habló de igual forma Jesús a sus discípulos, que ellos han recibido de gracia, de gracia de todo lo que él les dio, enseñó y anunció. Mat 10:8.

 

También el evangelista Juan describió su gracia, que la tomamos todos de su plenitud. Es gracia sobre gracia. Así lo indicó Juan. Para referirse al don de la gracia. Y decirles a sus discípulos que este don venía de su Hijo Jesús. Juan 1:16-17. Y luego se explica en las cartas del apóstol Pablo a las iglesias, esta gracia. Diciendo que es un don de Dios, un regalo. Que se recibe también por un don de fe, dado por Dios. Para ser salvo. Efe 2:8.

 

Por tanto, Jesús y su doctrina hablan de la gracia de Dios, dada a los hombres a través de su Hijo Jesús. Recibiendo por la fe en el Hijo de Dios. La fe en la obra realizada por él. La obra de salvación hecha por su Hijo, a su pueblo Israel. Para librarlos de la muerte eterna. Y del mundo por amor a su Nombre. Dios lo entregó, les dio a su Hijo. Para que todo el que crea en él, pueda tener la vida eterna. Pueda ser salvo, no condenado a muerte eterna. Juan 3:16.

 

7. La justicia que nos libra del juicio.  

Por su parte, Dios cumplió con toda justicia, a los hombres que creó. Y con toda su creación. Isa 5:16. La justicia de Dios está hecha en su Hijo. Jesús. Porque nos habla la profecía: Angustiado y afligido, callado, delante de sus trasquiladores. Isa 53:7. Él entregó su carne, su cuerpo, por la vida del mundo. Para vivir para siempre. Esta verdad, Jesús la explica diciendo: que él es el pan de vida. Su pueblo fue sustentado con pan del cielo. Y Jesús representa ese pan, para darles vida. Juan 6:51.

 

En este aspecto, fue el cordero de la pascua. El cordero establecido por la ley. Para librarlos cada año de sus pecados. A este lo llevaban a cortarle el pelo. A trasquilar. Este corderito no decía nada, iba callado. Así pasó con Jesús.

 

Por otra parte, pasó por la cárcel y el juicio. Y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes. Y por la rebelión de mi pueblo fue herido. Isa 53:8. Así indica el profeta todo lo sucedido a Jesús. Dios realizó su justicia a los hombres que él creó. Por cuanto él vino y regresó al Padre. Así lo indica el evangelio. Juan 16:10.

 

Por tanto, Jesús es todo justicia. Nos justificó ante Dios Padre. Porque nosotros no podemos justificarnos delante de Dios Santo. Estando en la condición de condenación. Por causa de estar en un cuerpo de muerte. Porque todos morimos irremediablemente. Y Jesús justificó a este cuerpo de muerte. Al participar de la misma naturaleza humana. Pero resucita de los muertos en esta naturaleza humana. Venciendo la muerte. Siendo justificados gratuitamente por él. Al creer en él. Porque Jesús dijo: El que cree en él no morirá para siempre. Sino que tendrá la vida eterna. Juan 6:47.

 

8. La santidad de Jesús que nos santificó.

Continuando habla el profeta de su Santidad. Y el evangelio lo atestigua en sus escritos. Dios es Santo. Jesús el Santo Ser, como indicó el Ángel a María. Luc 1:35. Es Santo, y se santificó como hombre. Para poder santificarnos. Juan 17:19; Isa 5:16,19. Porque el profeta anunció y escribió en la profecía: Se dispuso con los impíos su sepultura. Y con los ricos su muerte. Aunque nunca hizo maldad. Ni hubo engaño en su boca. Isa 53:9. 

 

Por tanto, al santificar este cuerpo de muerte, estando en la condición de hombre. El Hijo de Dios. Nos santifica a nosotros haciéndonos partícipe de su naturaleza divina. Así lo explicó Pedro, quien estuvo al lado de Jesús escuchando sus palabras de cerca. 2 Ped 1:4. Para poder recibir nosotros otro don. El don del Espíritu Santo. Como lo explica Pedro en el libro de los Hechos. Hech 2:38.

 

9. La Expiación Jesús nos liberto del pecado.

El Soberano Dios nos habla en las Escrituras: Sacrificio y ofrenda no te agradó. Vengo como está escrito en el libro de mí. Sal 40:6-7. Jesús a pesar de ser inocente. Santo. El profeta Isaías escribe. Dios lo sometió al quebranto. Sujetándolo a padecimientos. Colocó su vida en expiación por el pecado. Vio linaje en todo los que han creído en él. El Eterno Hijo de Dios, realizó una obra muy grande, y su fama se ha extendido hasta nuestros días. Isa 53:10.

 

En este aspecto, la expiación era el sacrificio de un cordero. Entregado para tomar el lugar del pecador. Tenía lugar una vez al año. Para remisión de los pecados del pueblo. Jesús hizo la expiación una vez y para siempre. Para perdonar los pecados de su pueblo, del mundo y de muchos. De una vez y para siempre al creer en esta expiación. En el Hijo de Dios. Eres perdonado y libre para siempre de tus pecados. Así lo especifican los evangelios.

 

10. La sabiduría de Dios nos justificó.

Según el proverbio, en contraste con la profecía de Isaías. En la sabiduría de Dios. La aflicción de su alma fue su satisfacción. Porque salvó a muchos, al justificarlo por su conocimiento. Y llevó las iniquidades de ellos. Pro 8.  Isa 53:11. En su sabiduría ejecutó su gran obra. Y en el conocimiento de su Hijo, lo manifestó a la humanidad. Juan 17:6. 

 

En este contexto, en su sabiduría, nos justificó y santificó. Para salvarnos de una condenación eterna. Que de otra forma no hubiese tenido lugar. Y pudiera ser posible. Estando en un cuerpo de muerte. Por cuanto todos morimos. Pero en su sabiduría, fue librado este cuerpo de juicio. Por participar el Hijo de Dios de este mismo cuerpo humano. Y santificar este cuerpo.

 

El profeta escribe: Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Isa 53:11. El fruto de la aflicción de su alma, es que su expiación por el pecado, salva a la humanidad de la condenación eterna. Libertó al hombre de la esclavitud del pecado. Y nos dio una nueva naturaleza. La divina. Esto no lo podría hacer ningún hombre, solo el Hijo de Dios.

 

En consecuencia, el conocimiento de su palabra, que desconocía su pueblo. Porque los levitas que ordenó instruir a su pueblo. Para enseñar a su pueblo. No instruyen a los hombres de su pueblo. Torcía el derecho de la palabra. Exponían otras ordenanzas que Dios no envió a decir. Y sumergieron al pueblo en completa ignorancia.

 

Por esta razón, Jesús por su conocimiento justificó al que no conocía nada de él. A todo un pueblo que creyó. Porque ¿Quién tenía conocimiento de él, de los gentiles? De las personas que no eran judías, nadie. Pero él los justificó por su conocimiento.

 

El conocimiento que tenía Jesús del plan de Dios eterno. No lo tenía nunca su pueblo, porque lo desecharon. Pero Jesús su siervo, si tenía el conocimiento de la justificación a través del único camino, la verdad y la vida que es él. El los justificó, llevó sus iniquidades. Él nos justificó. Su conocimiento nos Justificó. No el plan de los hombres. La ley no justifica. Solo Jesús nos justificó.

 

11. La resurrección entre los muertos de Jesús nos dio vida.

El profeta Isaías. Indica y escribe. Anunciando su resurrección a su pueblo. Isa 26:19. La resurrección de Jesús. En la Santa palabra profética se escribe.  Resucitó y hay júbilo. Porque se escucha en los cantos de alabanzas, y se alegran juntamente con él los ángeles, en Jerusalén. Isa 44:23. Porque consoló a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. Isa 52:9. Regocijate y canta, oh moradora de Sión. Porque grande es en medio de ti. El Santo de Israel. Isa 12:6.

 

Por su parte, en el evangelio se relata su resurrección de los muertos. Lo vieron sus discípulos. Y él les muestra sus heridas en las manos y su costado. Y palparon y observaron que no era un espíritu. Como Jesús les indicó que tenía hueso y carne. Y estuvo en la tierra durante 40 días. Después de resucitado. Antes de ascender a los cielos. Y muchos muertos también resucitaron. Porque los sepulcros se abrieron. Y se cumple en parte la profecía de Ezequiel.

 

12. La Glorificación para darnos de su Espíritu Santo.

Culmina la profecía anunciando su Glorificación. Y se escribe. Por tanto, Dios le glorificó en grande, y estarán con él, en su gloria, sus grandes siervos que le han creído a él. Por cuanto derramó su vida hasta la muerte. Fue contado con los pecadores y cargó con el pecado de muchos. Y ora por los que incumplieron su ley. Isa 53:12.

 

Entre tanto en los evangelios se escribe. Después de resucitar, ascendió al cielo. Recibe de nuevo su Gloria. En las Escrituras se habla de la gloria de Dios en el Tabernáculo. Después de haber realizado Moisés todo lo ordenado por Dios. Y haber hecho el acto solemne de Expiación. Luego la gloria de Dios llenó todo el lugar del Tabernáculo. Ex 40:34. Y Jesús recibió su glorificación, después de resucitado. Después de haber sido sacrificado en expiación.

 

En el evangelio, Jesús describe y anuncia el reino de Dios y del Cielo. El reino de Dios, es el Milenio. Sucederá después de venir en gloria. Y del juicio en el Trono de Cristo. El juicio de méritos y galardones. También habla de las bodas, pero en parábolas. Luego en Apocalipsis es aclarado por Juan. Las bodas, y la cena de las bodas del cordero con su iglesia.

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